miércoles, 8 de abril de 2009

Toda una "manitas"


...desnuda, me tumbé boca arriba sobre la cama y comencé a deslizar mis manos por el vientre, acariciándolo con suavidad, provocándome ligeros cosquilleos. Una vez llegué al monte de Venus, seguí descendiendo y comencé a juguetear con los labios. El clítoris se dirigía a mí a gritos intentando atraer mi atención, pero lo ignoré porque no quería llegar tan rápido al clímax. Recorrí toda la superficie y al momento introduje los dedos anular y corazón de mi mano izquierda en la vagina. Acaricié levemente el punto G, haciendo presión sobre él con ambos dedos, como si intentase "llamar" a alguien. Noté lo húmeda que estaba, y mientras seguía con esa tarea, dirigí mi mano derecha al impaciente clítoris. Con el índice y el anular separé los labios mientras con la yema del corazón acariciaba el centro del placer. En círculos, subiendo y bajando, pellizcándolo... la intensidad y el trabajo de las dos manos se acentuaban mientras empezaba a sentir calor por el cuerpo y las mejillas tomaban un color rosado. La excitación contenida en mi cuerpo necesitaba salir como fuese, estallar, explotar, y así lo hizo, en un deleitoso orgasmo que durante los segundos que duró me dejó la mente en blanco.



Ligero relato erótico que me acabo de forjar. En alguna entrada hablaré de la masturbación femenina, "esa gran desconocida" para muchas.

2 comentarios:

calcetinrayado dijo...

Vaya... no está mal XDDD

S. dijo...

interesante... :D

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